Los colores aportan sensaciones al usuario. La luz roja da energía, el verde relaja, el azul inspira y el amarillo nos hace sonreír. La cromoterapia envuelve al usuario en diferentes tonalidades que se van alternando y entremezclando.
Cromoterapia puede combinarse con CHROMA, especialmente ideado para sauna y que produce en la piel un efecto tensor.