Las cabinas de infrarrojos suponen numerosos beneficios para la salud: refuerzan los sistemas inmunológico y cardiovascular, mejoran la circulación sanguínea, relajan la tensión muscular y reducen el estrés y la fatiga. La temperatura es más suave y son idóneas para el que hace deporte o se somete a un tratamiento terapéutico.
El sistema de calefacción superficial está instalado directamente en el interior de las paredes, lo que distribuye el calor de forma uniforme entre los usuarios. La fuente de radiación queda oculta en la madera.
Las cabinas de infrarrojos son una alternativa o un complemento a las saunas tradicionales. Si no quiere prescindir de la sauna de siempre, puede equiparla con la tecnología térmica de infrarrojos y disfrutar de ambos sistemas. Es la combinación perfecta para relajar la musculatura después de un entrenamiento.